• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:5 minutos de lectura

En el anterior post «INTRODUCCIÓN A LA PIZZA» os presentábamos la metáfora / modelo que hemos creado para transmitir la filosofía con la que planificamos cada transformación organizativa. 

Además, entrábamos a descubrir el primer elemento, esencial para que lo que estamos cocinando se a una pizza, y la organización con la que trabajamos alcance la adaptabilidad, innovación y compromiso deseados. Ese primer elemento era LA MASA, en forma de propósito, principios y valores compartidos.

Esto quiere decir que, antes de meternos a echar ingredientes a lo que estamos cocinando, tenemos que dedicarle suficiente cariño y esfuerzo a co-crear con el resto de colaboradores de la empresa un propósito, unos principios y unos valores compartidos, QUE LUEGO TENDRÁN QUE VERSE REFLEJADOS EN CADA UNA DE NUESTRAS ACCIONES E INVERSIONES. 

También hablamos de la importancia de construir sobre un liderazgo basado en LA CONFIANZA. La confianza en las personas que forman en la empresa, en su buen juicio, su talento y su capacidad de tomar decisiones para el bien de la empresa. Porque… ¿De verdad queremos vivir en una organización donde la norma sea desconfiar del resto de colaboradores, donde de serie haya que mirar con lupa cada actividad y controlar a cada persona? La falta de confianza es una fuente de amargura y un pozo de esfuerzo. 

Sí este tema te genera curiosidad, te invito a echar un vistazo a la reflexión que hicimos la semana pasada sobre el tema, que tuvo una repercusión muy enriquecedora (leer reflexión).

Pero bueno, sin enrollarme más, ¡sigamos con nuestra pizza!

La pizza de Bevol

El siguiente elemento clave, en forma de tomate, es la estructura organizativa. El esqueleto.

Las organizaciones del futuro se sustentan sobre esqueletos flexibles y adaptativos, diseñados para que cada persona pueda desarrollarse tanto como desee y sea capaz de explotar su máximo potencial.

La receta de la salsa de tomate es complicada, y si estamos migrando de otra receta habrá que hacerla con esmero. Al igual que antes, la salsa equivocada puede provocar que, aunque el resto de ingredientes sean los adecuados, lo que nos salga no se parezca en nada a la pizza deseada.

Otro detalle importante al cocinar nuestra nueva salsa de tomate (estructura organizativa) es tener claro que tendremos que hacerla a medida. Los modelos y casos de otras empresas nos deben servir como inspiración, sólo eso. No tener esto claro te puede costar muuuucho dinero (¡alerta si llama a tu puerta un cosultor SAFe!😂)

SAFe
¡Cuidado con quien metes en tu cocina!

En forma de queso tenemos el modelo de gobernanza y toma de decisiones.

Y de nuevo, pasar por alto este ingrediente puede arruinar tu pizza completamente (imagina que estuvieras haciendo una pizza para un público vegano y les hicieras una pizza 4 quesos… ¡sería un desastre y de nada serviría haber hecho antes una masa excelente y un tomate delicioso!

Para crear tu receta ideal hay que tener en cuenta tu contexto como organización y el tipo de negocio o servicio que dais. Es importantísimo activar el sentido común, e ir haciendo experimentos que nos acerquen al modelo ideal.

Si queremos llegar a ser una empresa altamente adaptativa y eficiente tendremos que construir un modelo que permita descentralizar al máximo sin perder alineamiento. Para ello será clave haber trabajado bien nuestra masa (el propósito y los valores, y el liderazgo basado en la confianza plena)

estructura organizativa
Siempre que puedas, apuesta por la simplicidad y la confianza... o te acabarás metiendo en un lío

Pero nuestro camino no termina aquí.

Para conseguir una receta exquisita, tenemos que seguir añadiendo ingredientes. Cuáles y en qué cantidad sólo lo sabremos experimentando a partir de lo que creemos que puede encajar, porque recordad, esta receta será 100% única y 100% adaptada a vuestra organización y su contexto.

El orden en el que los iremos integrando será también algo que decidir en función de vuestra situación particular.

Otros ingredientes de la pizza
Otros ingredientes que añadir a tu pizza

Cuando empezamos a trabajar con una organización tratamos de entender cual es su contexto en detalle, y una vez sentamos las bases empezamos a iterar recetas.

Nuestra filosofía es trabajar en iteraciones incrementales, osea ir trabajando de forma constructiva añadiendo elementos y revisando continuamente la receta, siguiendo ciclos de aprendizaje: SENTIR – EXPERIMENTAR – DEFINIR.

Nuestros ciclos de aprendizaje
Nuestros ciclos de aprendizaje

Las organizaciones del futuro consiguen que las personas se sientan comprometidas y parte de un proyecto común, y lo hacen gracias a una receta completa y adecuada a su contexto, que por cierto, siguen refinando continuamente con el paso del tiempo.

Nosotros (Bevol) hemos tenido la suerte de experimentar con la mayoría de elementos de la receta, y esto nos permite ser catalizadores en la búsqueda de la receta perfecta.

Observamos, sentimos, definimos, experimentamos, aprendemos y repetimos.

En las siguientes semanas vamos a entrar al detalle de cada uno de estos elementos, y de cómo lo trabajamos nosotros.

Veremos también como todos estos elementos están presentes en organizaciones que han abandonado con éxito modelos tradicionales y lo están petándo hoy en día.

Stay tunned

Deja una respuesta

Acepto la Política de privacidad